Píxel y microsonido, línea y tono

Banda Sonora: Alva Noto - Univrs y Ryoji Ikeda - Dataplex.

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En la última clase antes del verano en el Programa de Diseño de Interacción del Instituto Tramontana tuvimos la suerte de contar con Enrique Bordes como profesor invitado.

En su clase compartió su visión del cómic y la arquitectura y la forma en que ambos se relacionan. Fue tremendamente interesante y, además, muy motivador el ver como Enrique ha conseguido combinar dos de sus pasiones en una armonía perfecta.

Así que dentro de mí se produjo un clic y he decidido empezar a buscar conexiones entre dos de mis cosas favoritas: diseño y sonido, compartiendo aquí todas mis reflexiones y puntos comunes que encuentre entre una y otra.

¿Y por dónde empezar?

Creo que es necesario definir unas partículas mínimas a partir de las que trabajar en cada ámbito.

En diseño podríamos establecer el punto (o píxel) como esa unidad básica a partir de la que empieza todo.

Esta idea me parece clásica y muy simplista pero también creo que es un buen punto de partida (nunca mejor dicho).

punto.png

Según la Wikipedia:

El punto en la geometría es uno de los entes fundamentales de la geometría, junto con la recta y el plano, pues son considerados conceptos primarios, es decir, que sólo es posible describirlos en relación con otros elementos similares o parecidos. Se suelen describir apoyándose en los postulados característicos, que determinan las relaciones entre los entes geométricos fundamentales. El punto es la unidad más simple, irreductiblemente mínima, de la comunicación visual; es una figura geométrica sin dimensión, tampoco tiene longitud, área, volumen, ni otro ángulo dimensional. No es un objeto físico. Describe una posición en el espacio, determinada respecto de un sistema de coordenadas preestablecidas.

El píxel, al igual que el punto también describe una posición en el espacio, pero en este caso ceñido a un sistema bidimensional por ser prisionero de las pantallas.

Así como en lo visual lo tengo más o menos claro, en términos sonoros me resulta complicado definir cuál es la partícula mínima que configura el sonido.

Mi primera reacción sería decantarme por una onda sinusoidal. Sin embargo no me parece correcto del todo, ya que no es perceptible para el oído humano si está por encima o por debajo de cierta frecuencia. Es decir, que habría que añadir condicionantes a mayores a la propia definición de onda sinusoidal. Algo del tipo: “una onda sinusoidal superior a 20 hz e inferior a 20.000 hz“ (límites de lo que un oído humano puede percibir).

Una onda sinusoidal a 440hz (440 repeticiones de la onda en un segundo: una nota La), suena así:

Y 1/10 de segundo de 440hz, se visualiza así:

440hz.png

Mi segunda opción a la hora de establecer esa unidad mínima acústica que conectar con la visual (el punto) es el microsonido, a la que Curtis Roads en su libro se refiere de la siguiente manera:

The micro time scale […] embraces transient audio phenomena, a broad class of sounds that extends from the threshold of timbre perception (several hundred microseconds) up to the duration of short sound objects (d100 ms). It spans the boundary between the audio frequency range (approximately 20 Hz to 20 kHz) and the infrasonic frequency range (below 20 Hz). Neglected in the past owing to its inaccessibility, the microtime domain now stands at the forefront of compositional interest.

La propia definición de microsonido incluye los condicionantes necesarios para que no sea necesario añadirlos a posteriori.

Para desarrollar un ejemplo he elegido como base un clip de audio de la extensa biblioteca de samples de la BBC. Lo he seleccionado porque su contenido, consistente en percusión en un primer plano y voces humanas de fondo, añade matices orgánicos y un carácter antropocentrista que contrastará con el sonido frío, digital y quirúrgico que se producirá cuando lo diseccionemos:

audio.png

Y vamos a extraer de él un fragmento de 1 ms:

microsonido.png

Si comparamos un sonido a una película con una duración de X tiempo, un microsonido podría ser comparable a un fotograma de esa película. Una fotografía acústica, por decirlo de alguna manera. O al revés, tal vez podríamos definir una fotografía como un transiente visual.

Si combinamos puntos y microsonidos conseguimos una brevísima pieza audiovisual:

El siguiente elemento básico sería la línea, que viene definida por la distancia entre dos puntos.

Al introducir el concepto de distancia podemos empezar a hablar también de un elemento clave: el tiempo.

Al fin y al cabo una línea es la representación visual del recorrido de un punto desde un origen A a un destino B. Algo inherente al punto que, al fin y al cabo, define una posición en el espacio.

Esa línea queda trazada por una sucesión de puntos que, a base de repeticiones va formando un trazo, cuya definición es mayor de manera proporcional.

gif.gif

Para trasladar este concepto al mundo acústico cogeremos el anterior microsonido y lo repetiremos X veces.

Descubriremos un sonido percusivo rítmico que, conforme aumentemos las repeticiones, irá tomando un carácter tonal cada vez más agudo.

Lo paradójico de este proceso es que realmente el microsonido empieza a comportarse como una onda compleja cuyo tono depende de la velocidad de su repetición.

Es decir, como la onda sinusoidal que comentaba al principio de este texto, pero con una complejidad tímbrica mucho mayor.

En todo caso, siempre me ha fascinado el coger un sample extremadamente breve para crear nuevos timbres a base de repeticiones de fragmentos sonoros.

Era algo que me entusiasmaba en el Volca Sample de Korg y que cobra otra dimensión en un instrumento con las capacidades del Octatrack.

Y con un breve clip de despedida me despido hasta el próximo post.

Gracias por dedicarle tiempo a esta lectura.

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