Monitores

BSO - Dreams are not enough de Telefon Tel Aviv. Perfecto para disfrutar con unos buenos altavoces.

-

Si continuas leyendo espero que este post te haga pensar un poco en el hardware que nos rodea. Especialmente en tu monitor.

Sin embargo voy a comenzar con un poco de historia de otros monitores: los de sonido.

Hace aproximadamente 100 años se comenzaban a realizar grabaciones de audio. Para ello, además de la obvia necesidad de un micrófono y un soporte donde realizar la grabación, se recurría a unos altavoces que servían para validarla desde un punto de vista meramente técnico: que no hubiera ruidos raros y que el micrófono hubiera cumplido su trabajo.

Estos sencillos altavoces fueron evolucionando y volviéndose cada vez más complejos. No sólo por la necesidad de mejorar su calidad, sino también para desarrollar experimentos acústicos. Con curiosidades como el monitor posicionado en tiempo real por el pupitre d’espace de Pierre Schaffer (año 1952).

Pierre Schaffer con su pupitre d’espace.
Audio espacial de hace 70 años.

Poco a poco los llamados monitores de campo cercano fueron cogiendo su forma actual. Estos están diseñados para estar próximos al oyente y así realizar una escucha óptima de la señal original. No son especialmente potentes e, idealmente, deben tener una respuesta plana. En este caso lo “óptimo” es que no deben colorear o falsear el sonido original, como hacen la gran mayoría de los altavoces comerciales.

Porque sí, amigo lector, no estás escuchando música como quiso el artista, la estás escuchando como quiso el ingeniero que diseñó tus cascos/altavoces.

Los auriculares Beats resaltan las frecuencias de los graves, dándole más potencia a la parte rítmica, especialmente al bombo.
Por eso conquistaron el mundo del hip/hop.

Fue a finales de los años 70 cuando aparecieron en el mercado los Yamaha NS-10, unos altavoces sin una gran calidad, ni un sonido excelente y mucho menos “plano”.

Sin embargo, como se dice en el sector “si algo suena bien en los Yamaha NS-10, sonará bien en todos lados”.

Mito o no, han conquistado una gran parte de estudios de grabación a lo largo de las últimas décadas y siguen vigentes en la actualidad. Es más que probable que hayan sido utilizados para producir una buena parte de tus discos favoritos: desde Springsteen a Bowie pasando por Smashing Pumpkins… y un largo etcétera.

Tal vez simplemente sus fallos se ven complementados por el maquillaje producido por los altavoces que finalmente reproducen una obra acústica. No lo sé, tampoco he encontrado ningún artículo que me diera una respuesta convincente.

Unos Yamaha NS-10M. Si quieres más información tienes este artículo de SoundOnSound.

De todas maneras, en un estudio de grabación no sólo te vas a encontrar con un par de altavoces, si no que es habitual tener varios pares para poder afinar el producto para que suene de la mejor manera posible en diferentes dispositivos.

Y no todo son altavoces de categoría, si no que a veces se busca un sonido especialmente crudo para ponerse en situaciones difíciles.

Como por ejemplo Bruce Swedien utilizando unos Auratone para mezclar el Thriller de Michael Jackson.

Bruce Swedien en el estudio con mezclando con unos Auratone y otros monitores.

Hasta llegar a la prueba culmen: la escucha en el coche para asegurarse de que los elementos principales tienen una buena presencia incluso en un ambiente tan hostil. Un golpe de realidad al productor que ha generado sus propios memes.


¿Y por qué hablo de todo esto?

Porque en el mundo del sonido está totalmente asimilado que hay que trabajar para la mayoría de dispositivos posibles y, por ello, utilizan diferentes monitores de varias calidades.

Sin embargo no es así en el del diseño digital. Es raro el diseñador que no utilice monitores Apple para trabajar. Y, mucho menos, que haga tests en monitores de gama media/baja.

El ecosistema Apple nos asegura una excelente pantalla, una buena reproducción de color, contraste, etc. Esta excelencia en el hardware nos lleva a una cierta miopía (metafóricamente hablando) provocando que, en algunas ocasiones, seamos extremadamente sutiles y podamos seguir percibiendo las diferencias de color. 

Sin embargo (según esta web), Apple sólo tiene un 6,5% de cuota de mercado. Aunque el porcentaje aumenta en el caso de los iPhone (un 28%).

A grosso modo esto se traduce en que ciertos niveles de detalle de nuestros trabajos sólo son percibidos por un cuarto de la población.

Pero no sólo es una cuestión de hardware, el software también tiene un papel importante en esto.

Recientemente Iván me descubrió el perfil de color P3, sus posibilidades y sus limitaciones en su implementación en CSS (os recomiendo su artículo en Octuweb). De todos los navegadores, sólo Safari es capaz de reproducir esa gama (por lo menos en estos momentos). Apple continúa alejándose de la competencia.

Debajo puedes ver una o dos bandas de color:

  • Si entras desde Safari con un Mac verás dos: la de arriba de un tono vivo y potente (P3) y una inferior más apagada;

  • Si no sólo verás una, la traducción del color que solo se visualiza en Safari (por lo menos en estos momentos) al sistema hexadecimal, más apagada.

Tal vez nuestro hardware nos está alejando de como los usuarios experimentan visualmente los productos que diseñamos.

¿Quién no ha hecho un diseño un fondo/una línea de un gris tan sutil que el usuario luego no veía?

MacBook Pro 2021 con pantalla Liquid Retina XDR con ProMotion.
Aquí seguro que se puede ver una línea de 0,5 px de color #FEFEFE.

Del mismo modo que asumimos cierta flexibilidad visual en los productos digitales, podemos diseñar asumiendo que ciertos elementos no se van a percibir y actuar en consecuencia. Por ejemplo: una fina línea que divide contenidos puede tener importancia y debemos asegurarnos que tiene el contraste suficiente. Por el contrario podríamos dejar pasar un sutil color de fondo que no tiene un gran impacto en la calidad del diseño.

Tal vez deberíamos buscar nuestros Yamahas NS-10 para así poder asegurarnos que una parte más amplia de nuestro público percibe nuestro diseño correctamente…

…pero como me dijo alguien una vez:

“Todo se ve tan bonito en un monitor Apple… 🥺”

Justo en la Honos de este domingo, Máximo Gavete enlazaba un hilo de Twitter en el que detallaban el nuevo sistema de contraste de color de la W3C: APCA. Unas buenas pautas para diseñar de una forma más accesible.

Anterior
Anterior

Wall-e y el efecto Bouba/Kiki

Siguiente
Siguiente

Menéame y Car Thing