Vocación vs. industria
Banda sonora: Jay-Z - Empire State of Mind
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La semana pasada estuve viendo el Curso de Sistemas de diseño del Instituto Tramontana. Muy recomendable, sobre todo en lo que respecta a la parte teórica y las entrevistas. La parte práctica es una delicia para los fans de Figma.
Me ha encantado la entrevista a Wences Sanz, me alegra saber que comparto una línea de pensamiento con un profesional de su nivel.
Llevo muchos años pensando que, en general, la evolución de la web ha matado el espíritu aventurero de sus inicios. La sistematización y el consenso tácito sobre como ha de estructurarse una página (desde la navegación al diseño del menú) ha hecho que se priorice que el usuario no piense y compre/se registre en pocos pasos.
Todo masticado, sin sorpresas. Ya no hay experiencias sensoriales y, mucho menos, narrativas.
Recuerdo hace 20 años cuando entrar en algunas páginas era una sorpresa absoluta y que muchas estaban realmente próximas a una aventura gráfica de la época. O cuando los microsites eran micro en tamaño y no en profundidad.
Web Design Index by Content.02, The Peppin Press, 2006.
La alta compresión del GIF es por pura nostalgia.
Horas perdidas en la web de Tool, intentando descifrar pequeños detalles que te ayudaban a entender el concepto tras la banda. Hoy en día su web es la típica web de grupo: noticias, tour, tienda, RRSS, etc.
Ya no hay sorpresa, no se corren riesgos. El único objetivo es conseguir clics para que el departamento de marketing se deleite con la evolución de los ratios de conversión.
Probablemente sea porque nuestra capacidad de atención se está desarrollando a la mínima expresión: lo queremos todo para ya y sin pensar. Cualquier clic extra nos frustra. Cualquier párrafo más largo que un tweet nos aburre.
Puede que la elegía por la muerte de Flash (este Flash, no éste) haya sido demasiado larga y decidiéramos pasar el luto en el traje negro de los estándares web.
La sistematización del diseño (y los sistemas de diseño) en los productos digitales son, en parte, responsables de esta evolución (o involución según se mire).
Evolución porque la profesión se industrializa y acerca al diseñador a la figura del ingeniero.
Involución porque estamos alejándonos de las pulsiones creativas que hacen que una persona quiera ser diseñador en primera instancia.
Igual hay un problema por parte de los institutos a la hora de comunicar la profesión de diseño a los adolescentes que se convertirán en futuros profesionales.
¿O acaso un futuro diseñador de 18 años se imagina aplicando un sistema de diseño y basando la elección de un color en el ratio de clics derivado de un test A/B?
Es más, ¿hasta qué punto es necesario tener un diseñador si el color de un botón viene dado por los resultados de ese test?
No creo en la dictadura del dato, si así fuera todos los botones de llamada a la acción acabarían teniendo el mismo color.
Creo en alcanzar acuerdos en la lucha entre industria y creatividad.
Habrá momentos para la industria: para ser eficientes, para escalar, para obtener mayor rentabilidad.
Pero también tiene que haberlos para la creatividad: para desarrollar productos con personalidad, para contar historias.
¿Se acabará por consolidar la figura del Gestaltung Ingenieur que ya pregonaban en la escuela de Ulm?
Todo esto me ha recordado a cuando asistí a la primera edición de Ableton Loop, concretamente a la conferencia de Young Guru. A cuando explica su visión de qué es un ingeniero de sonido en respuesta a una de las preguntas que le hace el público (38:51):
“It’s about everything being engineered... It’s about problem solving, is the essence of engineering... You know, that’s engineering to me: someone who’s creative and solves problems.
Ok, I have all these resources at my disposal what can I use? And if it doesn’t exist, then you create it.”
